El éxito y el fracaso escolar

La capacidad de decidir qué es un problema social y cuáles son los términos de su definición, es una de las fuerzas de los campos de poder. Ocurre así con el concepto de éxito y fracaso escolar. Construido a partir de mediados del pasado siglo, desde entonces, se asimila al de rendimiento escolar, es decir, a los resultados que el alumnado obtiene en las pruebas de uno y otro tipo a la que son sometidos, resultados que, obviamente, tienen una estrecha relación con sus contextos socioculturales. Por extensión, los centros escolares en los que cursan sus estudios alumnos y alumnas con mejores resultados se definen como buenos colegios, de tal manera que, ya en nuestros días, se extiende el sobreentendido de que estudiar en esos centros es sinónimo de éxito escolar, sin reparar en que, en realidad, en ellos meramente se legitima la desigualdad de origen.

A este respecto, es recomendable la lectura de un artículo de Javier Rujas -La construcción del «fracaso escolar» en España. Génesis y cristalización de un problema social.-, al que puede accederse aquí.